El día 12 de agosto fue el Día Internacional de la Juventud. Este día tiene el objetivo de situar en primer plano, ante la comunidad internacional, los problemas de los jóvenes, celebrando el potencial de la juventud como socios indispensables de la construcción de nuestra sociedad mundial.
Es importante destacar el papel de la juventud, ya que se trata de un colectivo indispensable de cambio. Es inevitable no vincular este concepto con las ideas de vitalidad, fuerza, inexperiencia, idealismo o creatividad. Por este motivo, desde la Fundación Concepció Juvanteny defendemos que se trata de una figura imprescindible para la evolución social, potenciar valores y luchar por estos, siendo inconformistas.
Más del 50% de la población mundial es menor de los 30 años, pero sus opiniones no son consideradas en la toma de decisiones importantes, en aspectos como la mejora de las condiciones laborales y las oportunidades de empleo; una educación óptima y conseguir un planeta mejor con una buena gestión de los recursos naturales son las máximas preocupaciones del colectivo.
En conclusión, los jóvenes no son el futuro sólo, sino el presente, ya que las aportaciones que puedan dar a la sociedad en la edad adulta dependen de lo que piensen, sientan y cómo actúen hoy. La educación es el motor de la transformación de la sociedad. Cuando los niños y niñas reciben una educación equitativa y de calidad, se trabaja por un mundo más justo y una mejor calidad de vida.